lunes, 11 de mayo de 2009

Qué tipo de reflexiones?


Uno de los pilares del proyecto es su aspecto formativo. Hay una comisión que trabaja para transmitir, a través de historias y actividades, un mensaje. La intención es que no quedes indiferente y lo adoptes como un sello. 

¿Qué ideas mueven la discusión en Proyecta? ¿Sobre qué cosas nos detenemos a dialogar?

El espíritu de este proyecto está fundado sobre valores cristianos, y se sustenta en el ejemplo de Santa Teresa de Calcuta, por haber reaccionado fraternalmente frente a la miseria de desconocidos, de forma dedicada, persistente, bondadosa e incesablemente laboriosa, con la convicción de la dignidad de cada ser humano.

Lo anterior de ninguna forma excluye a quienes no profesen la religión católica: más allá de dogmas religiosos, importan las lecciones de humanidad y de vida que podemos rescatar e interrogarnos sobre cómo las llevamos a la práctica, en el día a día y en las cosas más simples.

Por eso las reflexiones son motivadas por medio de lecturas que pueden tener distintos alcances para cada uno. Lo relevante es darse cuenta de que el sentido que pueda tener la reflexión trasciende los tres o doce días que duran los trabajos, y puede convertirse en una nueva manera de vivir y relacionarse con los demás.

Lo que sigue es un nuevo testimonio, esta vez de Aldo Caneo, de 2° año de Ingeniería.

Llevaba menos de dos meses en la universidad cuando por primera vez asistía a unas operaciones. No eran una operaciones cualesquiera en que vas a trabajar por unos días y luego vuelves cansado a tu casa. No, era mucho más que eso. Un 30 de abril de 2008 llegué a una esquina del patio de ingeniería con una gran mochila en mi espalda y  una gran duda en mi cabeza por saber quiénes eran mis jefes, con los cuales sólo había hablado por e-mail y celular. Fui muy bien recibido y en seguida mi comunidad tomó confianza. Nuestra labor constructiva era hacer de una plaza un lugar de recreación en 3 días. La comunidad la conformábamos 8 personas. Cada uno de nosotros se destacaba por su gesto, su particular sonrisa y su gran fuerza, cada uno iba a dejar su huella en la 19 de Febrero una bella plaza. Recuerdo que la primera labor que realizamos fue picar la tierra para luego hacer un radier. Ninguno de nosotros era un perito en la labor y algunos como yo ni siquiera habían alguna vez trabajado con el chuzo, pero tuvimos la providencia de que un lugareño tenía experiencia en el trabajo y de él aprendimos mucho (gracias a él terminamos eficientemente la tarea). Al día siguiente fue la hora de hacer el cemento y yo tenía la responsabilidad de llevar aquel cemento hacia el radier. Recuerdo muy bien todo lo que pesaba la carretilla y lo fuerte que pegaba el sol, aún así fui capaz de trasladar esa carretilla más de las veces que podía mi cuerpo. Fueron 3 días en que conocí a toda una escuela que reía y soñaba conmigo. 3 días muy intensos, llenos de esfuerzo, sudor,  sueño, hambre, charlas, sonrisas, compartir con los propietarios de la plaza, con quienes se comparte más que una simple comida o un trabajo bajo el sol, también se comparte la intención de mejorar y vivir viendo en el otro un ser tan preciado como tú. 3 días que nunca se olvidarán. Porque Proyecta son los trabajos que forman comunidad y unión en la gente y en que vives una experiencia intensa de formación y trabajo.

2 comentarios:

Sol dijo...

Aldo!!! que bkn reflexión.. fueron muy lindas esas operaciones como tb los serán las que vienen!!! Y yo como tu jefe junto a Pablo, nos sentimos muy felices por el esfuerzo y servicio que pusieron..sobretodo tu que haz continuado tu labor cada día llenandonos de tu amor y entrega. Gracias!!! Besos!!!

Unknown dijo...

Grande Aldo!
Ahora tienes una nueva tarea y desafío por delante, afróntalo con ese cariño y amor que pones en las cosas y de seguro cada uno de tus comuneros sentirá el proyecto tanto como tú.

Gracias por el testimonio, está notable!